Tradicionalmente asociamos ir a la psicóloga con tener algún problema grave, incluso un trastorno mental , solemos pensar que implica procesos largos y costosos pero ¿es posible acudir a la psicóloga puntualmente para lo cotidiano, para vivir mejor?
¿Qué te parecería poder contar con una profesional que te facilite encontrar el camino de salida cuando algo concreto y cotidiano te preocupa, te duele, te quita el sueño, etc.?
Se suele pensar que solo las personas que “están mal de la cabeza” o que tienen problemas muy graves tienen que acudir a la psicóloga. Por desgracia, durante años la propia profesión contribuyó un poco a esta creencia con la tendencia a enfocarse a todo lo que no va bien, a etiquetar conductas, a generar patologías de forma sistemática. Por suerte, estas últimas décadas el tema está cambiando y ya much@s psicólog@s son vistos como profesionales cercanos, claros a la hora de comunicar, que están ahí para ayudarte a comprender el porqué de tu conducta (pensamientos, emociones, acciones) y a encontrar tus propias soluciones y salidas a las situaciones que no te hacen bien.
El coaching (que es una metodología para lograr cambios e incluso para conocernos mejor), al inicio, contribuyó mucho en dar esta idea. ¿Por qué digo esto? Porque desde siempre el coaching se enfoca a resolver problemas y a generar cambios de forma concreta rápida y eficaz y se aparta de lo que pueden ser patologías clínicas. Por desgracia, hoy en día la proliferación de formaciones en coaching de todo tipo (de mayor y de menor calidad y duración) y la poca regulación existente para ejercer esta profesión hace que existan muchísimos coaches dedicándose a acompañar personas pero no tantos con los suficientes conocimientos y capacitación.
Para ejercer la psicología hay que pasar, como mínimo, unos estudios universitarios que están completamente regulados por las autoridades pertinentes. También existen psicólogos poco competentes (no nos engañemos) pero enseguida notarás que no hay feeling y que no acaba de funcionar la cosa. Una buena psicóloga no es una sabia todo poderosa pero te hará sentir escuchad@ y comprendid@ y te facilitará el autoconocimiento ayudándote a encontrar el camino que necesitas.
Cambiando el concepto de la terapia psicológica desde jóvenes.
Por suerte, en nuestra consulta tenemos adolescentes y jóvenes que vienen a resolver problemas cotidianos. Y ya desde el minuto 1, descubren que cualquier persona “normal” puede ir a la psicóloga, que en poco tiempo nos ayuda a adaptarnos y cambiar aquellas situaciones de vida que en un momento dado no nos resultan fáciles. Y aprenden que es un buen recurso para momentos puntuales en la vida (no hace falta estar sufriendo más de la cuenta).
Ir a la psicóloga de forma puntual para una o dos sesiones y tema resuelto.
Cada vez más, muchos de nuestros clientes, tras haber solucionado los problemas que los trajeron a la consulta por primera vez, vienen en momentos puntuales de su vida (pueden ser momentos importantes o simplemente cuando surge algún problemilla al que le van dando vueltas) para contrastar con la psicóloga y ver posibles alternativas a la situación que ayudan a resolver mucho más rápido el tema.
Creo que sería estupendo que todo el mundo sepa que se puede ir a la psicóloga como quién va al médico de cabecera a hacerse una revisión, un chequeo. No se trata de pensar que nos van a encontrar algo (mucho agente no va al médico por miedo a que le encuentren algo, aunque si existe se algo igualmente va a estar ahí vayamos o no al médico, y ¿no es mejor prevenir que curar?).
¿No estaría bien disponer de una psicóloga de cabecera que nos conozca y a la que podamos acudir puntualmente cuando queramos, cuando ya hayamos intentado resolver lo que nos preocupa, situaciones que nos quitan el sueño por nuestra cuenta, incluso con nuestros seres allegados de confianza, y no acabemos de solventarlo?
Te invito a que lo experimentes y decidas si vale la pena por ti mism@,